Esta mezcla de Young Living tiene el efecto de descargar mi cuerpo y mi mente cuando me siento saturada.
Es uno de mis imprescindibles y lo uso tanto en el cuerpo como en mi casa porque tiene la cualidad de restaurar todo, volviéndolo a su estado natural, ¡incluso mejorado!
Hace un par de años, cuando recibí mi Kit de Inicio, estaba fascinada ante la bonita caja blanca repleta de frasquitos con etiquetas de colores, llenos de aceites esenciales; y como nos pasa a todos, tuve mi protocolo de bienvenida ceremonial, que estuvo a cargo del aceite que más llamó mi atención: Purificación.
Sin pensarlo, abrí el frasco y su olor cítrico y silvestre me inundó de mil sensaciones y recuerdos y no pude parar: puse unas gotas en el difusor y, por si fuera poco, lo utilicé de perfume detrás de las orejas y en las muñecas y pensé: bienvenido a mi vida.
Claro que entonces era totalmente ingenua ante la nueva y mágica aventura que acababa de emprender y de lo que iba a vivir y hoy, dos años y una buena variedad de aceites después, sigo pensando lo mismo:
Este aceite me ayuda a respirar la vida con la acción más pura y genuina de mi propia esencia.