La manera en cómo piensas sobre lo que haces con tu cuerpo, cuenta.
Si quieres mover tu cuerpo caminando, por ejemplo, aumentarás tus posibilidades de disfrutar más del ejercicio y te será más fácil crear un nuevo hábito si piensas en moverte como algo que haces para sentirte bien, mejorar tu salud, y cuidarte.
Por otro lado, con esta forma de verlo, apoyarás tu imagen corporal positiva en lugar de restarle valor. Somos, hoy en día, cada vez más personas se han dado cuenta de que lo importante para nosotros y para nuestro cuerpo es movernos todos los días, por intenso que sea el ejercicio.
Como ves, en este quinto artículo seguido, queremos ayudarte a caer en la cuenta de que es beneficioso tomar más consciencia sobre cómo nos hacen sentir algunas personas y entornos a cerca de nuestro cuerpo. Es importante que no te dejes llevar por modas o mitos que nada tienen que ver con el despertar de la conciencia de tu cuerpo.
Y vamos a terminar explicándote que es muchísimo más práctico y menos sufrido pensar en despertar la conciencia de tu cuerpo como una aproximación, como un proceso que vas completando día a día, sin plantearte retos del tipo “voy a ganar” o “voy a perder”, porque es poco probable que puedas eliminar todos los comportamientos inconscientes sobre tu cuerpo de una sola vez y de una vez por todas.
En lugar de ir a por alimentos poco saludables, podrías empezar a incluir o aumentar el comer alimentos nutritivos, que te gusten mucho (una o dos frutas al día, por ejemplo) y podrías complementar el enfoque alimenticio, comenzando por hacer una caminata consciente de 10 minutos dos días a la semana, y poco a poco ir aumentándola en duración y en frecuencia semanal.
Ponerte metas que te ayuden a acercarte a tu objetivo de mejorar tu imagen positiva sobre tu cuerpo es mucho más productivo que tratar de cambiar la que tienes inmediatamente, porque podrás encontrar más refuerzo y motivación en esos pequeños logros.
La clave es replantear nuestros comportamientos de manera que podamos cambiarlos lenta y progresivamente, en lugar de hacer un cambio chocante y agresivo. Adoptar pequeños hábitos saludables que se puede ir sumando en el tiempo, puede ser más eficaz para lograr un cambio duradero, porque si un día te quedas sin tiempo para hacer ejercicio o te saltas tu alimento sano, simplemente aceptas que algunos días son así y vuelves a retomar su camino de pequeños cambios hacia mejorar tu imagen corporal positiva.
Puedes acceder a la fuente del artículo aquí.